POR FAVOR, NO ME
DEJE CREAR EN LA OSCURIDAD
LA HISTORIA DE
MARY JONES
Introducción:
"Mamá porque no podemos tener una Biblia, como la señora que tenía una cuando
estaba creciendo"? Esta fue la pregunta de Mary Jones cuando tenía ocho años.
Mary Jones nació en el país de Gales en 1784. Aún pequeña ella comenzó a clamar
un sueño: tener su propia Biblia. Ella quería poder leer, en su casa, aquellas
historias tan bonitas que solía oír en la iglesia. Este deseo, sin embargo,
parecía imposible de realizar.
La familia de Mary era muy pobre. Ellos vivían en una
casa sencilla que quedaba en una pequeña aldea llamada Alan. Su padre trabajaba
en las minas de carbón. Su madre le respondió a Mary: "Los dueños de las
minas de carbón no le pagan a su padre lo suficiente para tener un lujo como
una Biblia". En verdad, para Mary, poseer una Biblia no debía ser un lujo
y ella prefería tener una Biblia que tener algo para comer.
Mary todavía no sabía leer - y, por desgracia, no había
escuelas en las cercanías. Además, en aquel tiempo, las Biblias - así como los
demás libros - eran muy raros y caros. Sólo unos pocos privilegiados podían
tener un ejemplar de las Sagradas Escrituras.
La familia de Mary Jones era muy pobre, pero sus padres
amaban a Dios. Siempre su madre le enseñaba a Mary algunos versículos que ella
había memorizado cuando era niña.
La mamá habló también que incluso si tuviera una Biblia
no podía leerla porque no sabía leer en inglés. La señora Evans tiene una
Biblia en galés. Ella la guarda en la sala de estar en una hermosa mesa,
cubierta con un paño blanco. ¡Tan bonita! Ella compró aquella Biblia de un
hombre de la aldea de Bala, allá en la montaña, hace muchos años.
Mary le dijo a su madre: "Ya tengo ocho años,
demasiado vieja para no saber lo que dice la Biblia. Entonces tú vas a tener
que enseñarme los versículos que recuerda.
"¿He enseñado el que habla que la Palabra de Dios es
una lámpara para mis pies? Sí - y Luz para mis caminos - respondió Mary.
Todos los domingos, Mary iba a la iglesia con sus padres.
Ella cantaba los himnos y oía la predicación del Pastor, pero tenía mucha
dificultad en entender las palabras del sermón. Sin embargo, ella tenía un
cariño muy grande por la Biblia que el pastor cargaba. Mary Jones hizo una
promesa a sí misma: ¡Un día, ella tendría su propia Biblia!
Al volver a casa, Mary le dijo a su madre: "Recuerdo
el versículo que dice: que la Palabra de Dios es luz para mis caminos cuando
tengo que ir detrás de la vaca después de la puesta de sol. Puedo ver la luz de
la lámpara brillando en las ventanas de la casa, y sé cómo llegar a esa casa.
Es por eso necesito una Biblia - es la luz de Dios en la oscuridad.
Esta oscuridad me hace pensar en el pecado. El pecado es
romper las leyes de Dios. Es todo lo que pensamos, hacemos y hablamos de lo que
no le agrada a Dios. Por ejemplo: mentir, decir palabras feas, desobedecer a
los padres, pelear con sus amiguitos. Tú y yo ya nacemos en el pecado. La
Biblia dice: "Yo nací en la iniquidad, y en pecado me concibió mi madre"
Salmo 51: 5. Todo pecado es siempre en contra Dios y por eso necesita
ser castigado. El castigo del pecado es permanecer lejos de Dios para siempre.
La oscuridad recuerda el pecado.
Dios te ama mucho. La Biblia dice en Juan 3:16:
"Porque Dios amó al mundo". El mundo quiere decir a la gente. Fue Él
quien te creó y todo lo que hay en el mundo, como por ejemplo las plantas, el
mar, los animales. Dios vive allí en el cielo y está preparando un hogar para
sus hijos. Él es santo y aun siendo todo perfecto todavía te ama.
Y a causa de su gran amor, Él envió del cielo a su Hijo
perfecto - el Señor Jesús que de buena voluntad pagó el precio de nuestro
pecado derramando su preciosísima sangre. La Biblia dice: "Y la sangre de
Jesús, su Hijo, nos purifica de todo mal". Él tomó nuestro castigo en
aquella cruz. ¡Murió! Al tercer día, Jesús resucitó. Él venció a la muerte y
tiene poder para librarte de la oscuridad, del pecado.
En aquella noche, cuando María se arrodilló al lado de la
cama, oró al Señor diciendo: "Querido Dios, que dio pan al pueblo
hambriento en los tiempos antiguos, y que has enseñado y bendecido hasta el más
pobre, por favor déjame aprender, para que yo no crezca en la oscuridad.
Al cumplir 10 años, la niña vio surgir una oportunidad de
aprender a leer. Su padre fue a vender tejidos en una aldea cercana, llamada
Aber, y supo que allí estaba abierta una escuela primaria. La escuela se
encontraba a unos tres kilómetros de distancia de donde vivía Mary. Ella estaba
preocupada, pensando que su madre no conseguiría realizar todas las tareas de
casa, pero la mamá sabía que su hija no quedaría satisfecha hasta que
aprendiese a leer.
Tiempos después, cuando la escuela empezó a funcionar,
Mary fue una de los primeros niños en matricularse. Por eso Mary andaba
aquellos kilómetros para la escuela en la lluvia y en la nieve, fascinada en
aprender a leer.
A causa de su motivación, pronto se convirtió en una de
las primeras alumnas de su clase. En poco tiempo, aprendió a leer y fue
invitada por su profesor a leer una parte
de la Palabra de Dios.
Cuando la señora Evans se enteró de que Mary amaba la
Palabra de Dios, la invitó a ir a su casa para conocer de cerca la Biblia de la
familia. Ella siempre le dicía a Mary: "Cuando Dios dé un deseo, Él
también va a satisfacer".
Con todo cuidado Mary abrió algunas páginas y luego se sumergió en sus
historias. Y ahora todos los sábados Mary iba a la casa de la señora Evans,
dueña de la Biblia en galés. Ella llevaba lápiz y papel para que pudiera copiar
los versículos que quería memorizar.
Un día ella le preguntó: "Señora Evans, ¿tu amigo tiene una Biblia en
galés que yo pueda comprar? Juan 5:39 dice: "Examinas las Escrituras,
porque crees tener en ellas la vida eterna, y son ellas mismas que testifican
de mí". ¿Cómo puedo examinar las Escrituras si no las tengo?
D. Evans dijo que su padre tenía que trabajar en las minas seis meses o más para ganar dinero suficiente para comprar la Biblia. Y Mary dijo: "Voy a ganar el dinero sola. Ya he pensado en varias maneras.
Conmovida por la sinceridad de la niña, la señora Evans dijo que, si ella memorizaba todos los versículos del capítulo siete de Mateo, ella le daría un gallo y dos pollos. Luego ella tendría una pareja de gallinas ponedoras y podía vender los huevos para comprar su Biblia.
D. Evans dijo que su padre tenía que trabajar en las minas seis meses o más para ganar dinero suficiente para comprar la Biblia. Y Mary dijo: "Voy a ganar el dinero sola. Ya he pensado en varias maneras.
Conmovida por la sinceridad de la niña, la señora Evans dijo que, si ella memorizaba todos los versículos del capítulo siete de Mateo, ella le daría un gallo y dos pollos. Luego ella tendría una pareja de gallinas ponedoras y podía vender los huevos para comprar su Biblia.
De ese
día en adelante, Mary comenzó a trabajar para comprar su querida Biblia en
galés. Las monedas entraban despacio en la cajita, centavo por centavo. En algunos
días nada entraba, porque su corazón cariñoso quedaba conmovido al ver las
necesidades de otras personas. Un día en la escuela, un perro de la calle se
llevó el almuerzo de una de las niñas. Mary compartió su escaso almuerzo con el
niño.
A Mary
le tomó seis años de mucho trabajo
Seis años cuidando bebés llorones para las madres cansadas.
Seis años juntando leña al fuego, levantándose antes del amanecer y llevándola a la villa bajo la nieve y en el hielo.
Seis años haciendo tareas, juntando huevos.
Seis años trabajando en la tierra para hacer una huerta, plantando semilla, cuidando la tierra, cosechando y vendiendo frutas y verduras.
entre otras exhaustivas labores.
Aplicación: Mary amaba tanto la Palabra de Dios que trabajó para conseguir una Biblia. ¿Usted que ya recibió a Jesús como Salvador, usted ha dado el valor rela a su Biblia? ¿Usted ha memorizado los versículos? Recuerde que la Palabra de Dios es preciosa y nos guarda de pecar en contra de nuestro Dios. Ella es una lámpara para nuestro camino. Mira lo que dice Salmo 119 y 11: "Guardo en el corazón tus palabras para no pecar contra ti”.
Seis años cuidando bebés llorones para las madres cansadas.
Seis años juntando leña al fuego, levantándose antes del amanecer y llevándola a la villa bajo la nieve y en el hielo.
Seis años haciendo tareas, juntando huevos.
Seis años trabajando en la tierra para hacer una huerta, plantando semilla, cuidando la tierra, cosechando y vendiendo frutas y verduras.
entre otras exhaustivas labores.
Aplicación: Mary amaba tanto la Palabra de Dios que trabajó para conseguir una Biblia. ¿Usted que ya recibió a Jesús como Salvador, usted ha dado el valor rela a su Biblia? ¿Usted ha memorizado los versículos? Recuerde que la Palabra de Dios es preciosa y nos guarda de pecar en contra de nuestro Dios. Ella es una lámpara para nuestro camino. Mira lo que dice Salmo 119 y 11: "Guardo en el corazón tus palabras para no pecar contra ti”.
Hoy
muchas personas tienen condiciones de comprar una Biblia y en casa
probablemente hay más de una de ella, pero, algunos no le dan el valor real
como nuestra amiga dio y luchó para conseguir una.
Mary
nunca dudó de que el Dios toco en su corazón, para dacirle que tener una Biblia
satisfaceria ese deseo de la palabra de Dios. Ahora ella tenía el dinero que la
señora Evans creía que era necesario para comprar una Biblia en galés al Sr.
Thomas Charles. Sus padres y Mary estaban radiantes de felicidad, Mary tenía
dieciséis años cuando en aquella mañana gloriosa partió a la Bala, la villa se
quedaba a unos 36 kilómetros de distancia donde vivía el Sr. Thomas y sus
Biblias en galés.
Antes de partir, la familia se unió en oración agradeciendo a Dios por su
bondad y por suplir el dinero para comprar la Biblia. Mary tendría una larga
caminata por delante.
A
continuación, Mary se despidió
cariñosamente de sus padres. Mary llevaba consigo tres cosas: una merienda para
el camino, el dinero que ella arduamente había juntado y un par de zapatos que
ella pretendía calzar sólo cuando estuviera cerca de Bala. Como era pobre, Mary
hizo el largo viaje de 36 kilómetros a pie, descalza.
Durante el camino, mirando las montañas a su alrededor, Mary recordó las
palabras del Salmo 121:
"Ojo
a los montes y pregunto:
"¿De dónde vendrá mi socorro?"
Mi socorro viene del Señor Dios,
que hizo el cielo y la tierra.
"¿De dónde vendrá mi socorro?"
Mi socorro viene del Señor Dios,
que hizo el cielo y la tierra.
Y así Mary siguió su viaje. Atravesó valles y arroyos en su camino hacia Bala.
Mary estaba cada vez más cansada. Sus pies dolían mucho. Algunas veces, Mary
llegó a pensar que no llegaría nunca a Bala. Parecía demasiado para ella. En
esos momentos, ella intentaba alentarse a sí misma:
- ¡Vamos, Mary, vamos! ¡No falta mucho ahora! - ella pensaba.
- ¡Vamos, Mary, vamos! ¡No falta mucho ahora! - ella pensaba.
Al anochecer, Mary consiguió ver una ciudad. ¡Era Bala! El corazón de Mary
golpeó más fuerte. ¡Finalmente ella había llegado! Más motivada que nunca, Mary
continuó de nuevo, bajando la colina. Llegó a Bala cansada, con hambre y con
los pies llenos de ampollas.
Mary
pidió información para encontrar la casa de un pastor llamado Thomas Charles.
Era él quien tenía Biblias para vender. Después de golpear en varias puertas y
pedir ayuda, finalmente Mary encontró la casa del pastor. Ella atravesó el
jardín de la casa d y golpeó con fuerza en la puerta delantera. Este era el día
que Mary esperaba desde hacía mucho tiempo. Ella había trabajado y ahorrado
durante muchos años para tener su propia Biblia
Cuando
la puerta se abrió, Mary le dijo al pastor:
- Mi
nombre es Mary Jones. Yo vivo en una aldea detrás de las montañas. Yo caminé 36
kilómetros para llegar aquí. He ahorrado durante seis años para comprar una Biblia.
El dinero está aquí en esta bolsa. Si usted quiere, puede contar. ¿Usted tiene
una Biblia en galés para mí?
Sorprendido,
el pastor dijo:
- Mary,
por favor, entre y me cuenta todo. Pero primero tienes que comer algo. ¡Además
de cansada, usted debe estar hambrienta!
El pastor sonrió y llamó al mayordomo para llevar a Mary
a la cocina. Después de haberse alimentado, Mary le contó todo, detalle por
detalle al pastor. Fue entonces cuando vino la triste noticia:
- Lo lamento mucho, Mary, pero la única Biblia en galés
que tengo está reservada para otra persona. Mary no podía creerlo. Aquellas
palabras acabaron con la esperanza que ella sostenía por todos aquellos años.
Abalada, Mary se hundió en una silla y empezó a llorar.
- ¿Voy a devolverme a casa sin una Biblia, con las manos
vacías?
-Mary lloraba desconsolada.
No hay Biblias en galés sobrando, el señor Thomas dijo
mientras Mary continuaba llorando. Déjame darte una Biblia em inglés.
Mary balanceó la
cabeza diciendo: "Señor Thomas, no comprendo cuando Dios habla en inglés.
Cuando descubra el significado de unas palabras, ya habré olvido los otras, no
conseguiré entender lo que Dios está diciendo ".
Él intentó consolarla, pero María no podía parar de
llorar porque el corazón le dolía demasiado. "Es como si alguien hubiera
dicho:" María, tienes que crecer en la oscuridad. Usted nunca verá el sol
".
El pastor se conmovió al ver el llanto de Mary. En
realidad, él tenía una Biblia en inglés y otra en galés, y la persona que había
encargado la Biblia comprendía los dos idiomas. Entonces él dijo:
- No llores Mary, sé que tener una Biblia es el sueño de
tu vida. tú has luchado mucho por ello y mereces tener tú propia Biblia. Aquí
está, puedes llevarla. Es una Biblia en galés.
Mary dio un salto de alegría. Las lágrimas se secaron y
con mucho cariño, abrazó la Biblia
- Esta Biblia es
preciosa!
- ¡Gracias, pastor! Muchas gracias.
El señor. Thomas no quiso recibir el dinero de Mary, pero
ella insistió porque quería ayudar a que pudieran imprimir más Biblia en su
lengua.
A la mañana siguiente, Mary agarró su Biblia con las dos
manos y, desbordándose de felicidad, comenzó el viaje de regreso a su hogar.
Sus pies eran leves cuando volvió por el camino de la montaña, con su preciosa
Biblia.
En aquella tarde, los padres de Mary aguardaban
ansiosamente el regreso de su hija. Al anochecer, ella finalmente llegó a casa.
- ¡Mira, papá! ¡Mira! ¡Es mi Biblia! - decía Mary, con
una gran sonrisa.
Después de cenar, todos se sentaron a la luz de la
lámpara. Por primera vez, Mary abrió la Biblia en su casa y leyó el Salmo 150:
Aleluya.
Alabanza
a Dios en su Templo ...
Alaben
al Señor
por las
cosas maravillosas que ha hecho.
Todos
los seres vivos
¡Alaben
al Señor!
Aleluya!
Entonces la familia Jones se arrodilló para agradecer a
Dios por el maravilloso tesoro recibido: una Biblia en su propia lengua, la
lengua que ellos comprendían mejor.
Pero la historia no termina aquí. Mary Jones se ha
convertido en parte de la historia más grande que dura hasta los días de hoy.
En su oficina, de vez en cuando el pastor Thomas Charles
le recordaba cómo la joven niña había salido feliz de su casa abrazando la
Biblia. El pastor se preguntó que debería haber muchas otras "Mary
Jones" queriendo una Biblia en su país
Algunos años después, para mostrar la necesidad y la
dificultad de conseguir una Biblia en el País de Gales, el pastor Thomas
Charles contó la historia de María en un encuentro de pastores en Londres.
Allí, los dirigentes de las iglesias hicieron planes para obtener más Biblias a
precios asequibles para la población del País de Gales. Cuando se sugirió la
creación de una organización para proporcionar Biblias en el País de Gales, un
pastor llamado Hughes exclamó:
- Es claro que una sociedad debe ser formada con esa
finalidad. Pero ¿por qué sólo para el País de Gales? ¿Por qué no para toda la
Gran Bretaña? ¿Por qué no para el mundo entero?
Y así, en aquel encuentro que reunió a unas 300 personas,
se fundó la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Era el 7 de marzo de 1804.
El trabajo de esta sociedad llegó a muchos otros países. En 1808, por ejemplo,
el primer envío de Nuevo Testamento en portugués fue enviado a Brasil.
En todo el mundo se crearon Sociedades Bíblicas
nacionales. En Brasil, la Sociedad Bíblica de Brasil fue oficialmente fundada
por las iglesias cristianas el 10 de junio de 1948. Desde entonces, la Sociedad
Bíblica de Brasil, cariñosamente llamada SBB, ha servido a las iglesias
cristianas y desde hace algunos años ha estado siempre entre las Sociedades Bíblicas
nacionales que más distribuyen Biblias y literatura bíblica.
Mary Jones se casó con un tejedor llamado Thomas Lewis.
Dios le dio muchos hijos, y sus días estaban llenos de felicidad asi como
también con labores, como cosiendo, aprendiendo, enseñando en la Escuela de la
Biblia Dominical y sus hijos usaron su querida Biblia.
Ella cumplió la promesa que le hizo al señor Thomas
Charles, que ella criaba abejas y vendía la miel para las necesidades de la
casa, pero vendía la cera para ayudar a imprimir las Biblias. Cuando los hijos
ya eran grandes, ella sirvió como funcionaria en la Sociedad Bíblica.
Mary Jones vivió hasta los 82 años. Cuando murió el 28 de
diciembre de 1866, estaba sosteniendo aquella querida Biblia en galés en los
brazos.
En aquella época, la Biblia sólo era accesible en
cincuenta lenguas. Hoy en día, la Biblia se imprime en más de dos mil lenguas.
El libro del Apocalipsis 5: 9 dice: Y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste muerto, y
con tu sangre nos compraste para Dios de toda la tribu, y lengua, y pueblo, y
nación;
Ellos oyeron el Evangelio en una lengua que podían
entender. Qué milagro de la gracia de Dios, además de la imaginación de aquella
niña de Gales, hace muchos años ella oró:
"Señor Dios, por favor, déjame aprender para no
crecer en la oscuridad".
(Profesor haga la invitación para el niño, enséñale
a valorar la Palabra de Dios, ante los desafíos.)
Autora: Elizabeth Rice Handford
Adaptación: Darlene Alencar Oliveira
Fuente de las imágenes: Sociedade Bíblica do Brasil
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