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Foto em San Juan - República Dominicana 2015 |
Algunas
personas que enfrentan el cáncer reciben mucho apoyo de los amigos, familiares
y hermanos en Cristo. El hecho de que el cáncer hubiera llegado a mi vida no es
algo que yo puedo cambiar o controlar. Lo
que yo pude hacer es tener una actitud correcta delante de esa enfermedad.
La
enfermedad toca mucho el lado emocional y a veces quedamos desanimados y
tristes. Fue en el 2017 que descubrí que tenia cáncer en el intestino. Lloré a
los pies del Señor, le agradecí y alabé Su Santo Nombre.
El Señor
es mi ayuda y él es mi pastor. El versículo de Dios me dio en el aquel día fue
Salmo 33.18: “He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan
en su misericordia”. Pasé la
noche angustiada. Era una angustia tan grande que caí de rodillas pidiendo al
Señor que me liberara de esto. La
angustia continuó y clamé nuevamente, pero ella aún estaba ahí. Entonces al
amanecer le hablé al Señor: Padre, si no me quitas esta angustia, yo no
voy a poder suportar. En aquel momento ella se fue y sentí una gran
paz.
Yo sé
que la angustia que Jesús se enfrentó en la cruz de Jardín de Getsemaní no
puede ser comparada con mi angustia. En
ese mismo momento yo sabia que Él comprendía mi dolor y que Él estaba conmigo. El
versículo de consuelo que el Señor me dio fue este: “Fíate de Jehová de todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus
caminos, y Él enderezará tus veredas “Proverbios 3.5-6.
‘’Pues tengo por cierto que las aflicciones
del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros
ha de manifestarse’’ Romanos 8.18. Durante
todo ese tiempo sentí el amor de Dios atreves de varias personas. El Señor acercó
a personas de varios lugares y tocó a muchos hermanos para orar y desafiar a
sus iglesias para que yo fuese sanada. Él habló con muchos hermanos para
contribuir financieramente, para que nada faltase a mis tratamientos. El Dios
Soberano que tanto anuncié para los niños que se importaba con ellos, ahora
estaba preocupándose conmigo.
Busqué
el libro de Salmos para el consuelo y seguridad no Dios que es el nuestro
refugio, ayuda y presente en la angustia. Como le libro de Salmos hice
diferencia em mi vida, en las noches de insania y dolores. Después
de haber conocido el diagnóstico, tuve personas a mi alrededor que puede contar
con su apoyo, como familiares, amigos y hermanos en Cristo. Mismo lo familia
más acerca y hasta aquellos amigos más queridos que realmente se preocupaban
por mí, no conseguían comprender lo que estaba viviendo.
Sabes
cuándo la gente camina por las calles, mira para las personas llevando sus
vidas normales y sientes que tú NO haces
parte de aquel mundo de las personas saludables. Era así como yo me sentía. Cuando
estamos en una situación difícil, en especial si el problema es enfermedad, la
persona que conoces a Jesús como Salvador piensa mucho sobre el Cielo.
Cuando
el Señor Jesús estuvo aquí en la tierra, Él le dije a sus discípulos: “No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros “San Juan 14.1-3. El
Cielo es real. Es el lugar dónde Dios vive y dónde Jesús está asentado a la
derecha de Dios. Cuando Jesús habla sobre “Moradas” quiere decir que hay mansiones
lindas para sus hijos y que Él mismo está preparando ese lindo lugar. La ciudad
es hecha de oro puro, similar al vidrio transparente, hasta las calles están hechas
de oro. Un hermoso río de aguas claras, el Río del agua de la Vida, fluye del
trono de Dios.
En
ambos lados del Río está el árbol de la vida, que fue encontrado por la primera
vez en lo jardín de Edén. El Cielo es descrito como un reino, una herencia, una
patria, una ciudad y un hogar. Será un hogar maravilloso y disfrutaremos de el
para siempre. Pero lo más importante sobre la ciudad es que Dios vive con las
personas. El Cielo no necesita de la luz de sol, ni de la luna para ser
iluminada. La propia gloria de Dios llena con una luz maravillosa. En el Cielo
nunca habrá noche, no habrá tristeza, sufrimiento, porque el pecado no entra
allí. Es un lugar de gran alegría, sin muerte ni miedo. El Cielo es
infinitamente mejor que todo lo que imaginamos. Nuestro mundo es apenas una
sombra muy vaga de la gloria del Cielo. Apocalipsis 21 y 22.
La verdad
del Cielo en el fin de la vida nos permite soportar con alegría las tempestades
y las batallas de largo camino. La esperanza del Cielo es fuente de ánimo y valentía
para los cristianos afritos de todas las generaciones. Quiero decir para usted,
que solo Jesús que murió en la cruz por sus pecados y que te ama mucho, pueda
darte la paz para soportar cualquier enfermedad. Es tiempo de buscar al Señor.
La Palabra de Dios dice: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, nadie las arrebatarás de la mano de mi Padre” San Juan 10.28.
Hable
con Dios ahora. Cuente lo que usted está sintiendo y confiesa tus pecados a Él
para tener paz. Él tiene para usted el perdón y la vida eterna. Tú puedes hacer
esa pequeña oración: Querido
Dios, tengo pecado contra Ti. Ahora estoy aquí para pedir tu perdón, porque yo
sé que solamente Jesús murió en mi lugar y tomó sobre Si la condenación que yo
merecía por causa de mi pecado ¡Yo recibo a Jesús como mi único Salvador! Amén.
Misionera
Darlene Alencar Oliveira
2 comentários:
Muito bom!Que vidas venham a ser abençoadas através desse folheto. Que o Senhor seja sempre engrandecido em sua vida e através dela.
Muy hermoso e inspiración mensaje y testimonio. Gracias a Dios porque fue Él quien la sostuvo a través de su palabra y sus promesas. Esperar en Dios y refugiarnos en Su voluntad es lo mejor que podemos hacer. Dios cumplirá su propósito en nosotros siempre, y Sus planes son perfectos, aunque no podamos comprenderlos. Dios te bendiga, fue un gran placer conocerte en persona y verte como un testimonio viviente del amor de Dios y la perseverancia del Espíritu Santo en la vida del creyente. Un abrazo.
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