"Deixai os pequeninos, não os embaraceis de vir a Mim, porque dos tais é o reino dos céus." Senhor Jesus Cristo
Mateus 19:14
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terça-feira, 4 de dezembro de 2018

La Bíblia de Mary Jones

POR FAVOR, NO ME DEJE CREAR EN LA OSCURIDAD
LA HISTORIA DE MARY JONES

Introducción: "Mamá porque no podemos tener una Biblia, como la señora que tenía una cuando estaba creciendo"? Esta fue la pregunta de Mary Jones cuando tenía ocho años. Mary Jones nació en el país de Gales en 1784. Aún pequeña ella comenzó a clamar un sueño: tener su propia Biblia. Ella quería poder leer, en su casa, aquellas historias tan bonitas que solía oír en la iglesia. Este deseo, sin embargo, parecía imposible de realizar.

La familia de Mary era muy pobre. Ellos vivían en una casa sencilla que quedaba en una pequeña aldea llamada Alan. Su padre trabajaba en las minas de carbón. Su madre le respondió a Mary: "Los dueños de las minas de carbón no le pagan a su padre lo suficiente para tener un lujo como una Biblia". En verdad, para Mary, poseer una Biblia no debía ser un lujo y ella prefería tener una Biblia que tener algo para comer.
Mary todavía no sabía leer - y, por desgracia, no había escuelas en las cercanías. Además, en aquel tiempo, las Biblias - así como los demás libros - eran muy raros y caros. Sólo unos pocos privilegiados podían tener un ejemplar de las Sagradas Escrituras.
La familia de Mary Jones era muy pobre, pero sus padres amaban a Dios. Siempre su madre le enseñaba a Mary algunos versículos que ella había memorizado cuando era niña.
La mamá habló también que incluso si tuviera una Biblia no podía leerla porque no sabía leer en inglés. La señora Evans tiene una Biblia en galés. Ella la guarda en la sala de estar en una hermosa mesa, cubierta con un paño blanco. ¡Tan bonita! Ella compró aquella Biblia de un hombre de la aldea de Bala, allá en la montaña, hace muchos años.
Mary le dijo a su madre: "Ya tengo ocho años, demasiado vieja para no saber lo que dice la Biblia. Entonces tú vas a tener que enseñarme los versículos que recuerda.
"¿He enseñado el que habla que la Palabra de Dios es una lámpara para mis pies? Sí - y Luz para mis caminos - respondió Mary.
Todos los domingos, Mary iba a la iglesia con sus padres. Ella cantaba los himnos y oía la predicación del Pastor, pero tenía mucha dificultad en entender las palabras del sermón. Sin embargo, ella tenía un cariño muy grande por la Biblia que el pastor cargaba. Mary Jones hizo una promesa a sí misma: ¡Un día, ella tendría su propia Biblia!
Al volver a casa, Mary le dijo a su madre: "Recuerdo el versículo que dice: que la Palabra de Dios es luz para mis caminos cuando tengo que ir detrás de la vaca después de la puesta de sol. Puedo ver la luz de la lámpara brillando en las ventanas de la casa, y sé cómo llegar a esa casa. Es por eso necesito una Biblia - es la luz de Dios en la oscuridad.
Esta oscuridad me hace pensar en el pecado. El pecado es romper las leyes de Dios. Es todo lo que pensamos, hacemos y hablamos de lo que no le agrada a Dios. Por ejemplo: mentir, decir palabras feas, desobedecer a los padres, pelear con sus amiguitos. Tú y yo ya nacemos en el pecado. La Biblia dice: "Yo nací en la iniquidad, y en pecado me concibió mi madre" Salmo 51: 5. Todo pecado es siempre en contra Dios y por eso necesita ser castigado. El castigo del pecado es permanecer lejos de Dios para siempre. La oscuridad recuerda el pecado.
Dios te ama mucho. La Biblia dice en Juan 3:16: "Porque Dios amó al mundo". El mundo quiere decir a la gente. Fue Él quien te creó y todo lo que hay en el mundo, como por ejemplo las plantas, el mar, los animales. Dios vive allí en el cielo y está preparando un hogar para sus hijos. Él es santo y aun siendo todo perfecto todavía te ama.
Y a causa de su gran amor, Él envió del cielo a su Hijo perfecto - el Señor Jesús que de buena voluntad pagó el precio de nuestro pecado derramando su preciosísima sangre. La Biblia dice: "Y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo mal". Él tomó nuestro castigo en aquella cruz. ¡Murió! Al tercer día, Jesús resucitó. Él venció a la muerte y tiene poder para librarte de la oscuridad, del pecado.
En aquella noche, cuando María se arrodilló al lado de la cama, oró al Señor diciendo: "Querido Dios, que dio pan al pueblo hambriento en los tiempos antiguos, y que has enseñado y bendecido hasta el más pobre, por favor déjame aprender, para que yo no crezca en la oscuridad.
Al cumplir 10 años, la niña vio surgir una oportunidad de aprender a leer. Su padre fue a vender tejidos en una aldea cercana, llamada Aber, y supo que allí estaba abierta una escuela primaria. La escuela se encontraba a unos tres kilómetros de distancia de donde vivía Mary. Ella estaba preocupada, pensando que su madre no conseguiría realizar todas las tareas de casa, pero la mamá sabía que su hija no quedaría satisfecha hasta que aprendiese a leer.
Tiempos después, cuando la escuela empezó a funcionar, Mary fue una de los primeros niños en matricularse. Por eso Mary andaba aquellos kilómetros para la escuela en la lluvia y en la nieve, fascinada en aprender a leer.
A causa de su motivación, pronto se convirtió en una de las primeras alumnas de su clase. En poco tiempo, aprendió a leer y fue invitada por su profesor a leer una parte de la Palabra de Dios.
Cuando la señora Evans se enteró de que Mary amaba la Palabra de Dios, la invitó a ir a su casa para conocer de cerca la Biblia de la familia. Ella siempre le dicía a Mary: "Cuando Dios dé un deseo, Él también va a satisfacer".
Con todo cuidado Mary abrió algunas páginas y luego se sumergió en sus historias. Y ahora todos los sábados Mary iba a la casa de la señora Evans, dueña de la Biblia en galés. Ella llevaba lápiz y papel para que pudiera copiar los versículos que quería memorizar.
Un día ella le preguntó: "Señora Evans, ¿tu amigo tiene una Biblia en galés que yo pueda comprar? Juan 5:39 dice: "Examinas las Escrituras, porque crees tener en ellas la vida eterna, y son ellas mismas que testifican de mí". ¿Cómo puedo examinar las Escrituras si no las tengo?
D. Evans dijo que su padre tenía que trabajar en las minas seis meses o más para ganar dinero suficiente para comprar la Biblia. Y Mary dijo: "Voy a ganar el dinero sola. Ya he pensado en varias maneras.
Conmovida por la sinceridad de la niña, la señora Evans dijo que, si ella memorizaba todos los versículos del capítulo siete de Mateo, ella le daría un gallo y dos pollos. Luego ella tendría una pareja de gallinas ponedoras y podía vender los huevos para comprar su Biblia.
 
De ese día en adelante, Mary comenzó a trabajar para comprar su querida Biblia en galés. Las monedas entraban despacio en la cajita, centavo por centavo. En algunos días nada entraba, porque su corazón cariñoso quedaba conmovido al ver las necesidades de otras personas. Un día en la escuela, un perro de la calle se llevó el almuerzo de una de las niñas. Mary compartió su escaso almuerzo con el niño.
A Mary le tomó seis años de mucho trabajo
Seis años cuidando bebés llorones para las madres cansadas.
Seis años juntando leña al fuego, levantándose antes del amanecer y llevándola a la villa bajo la nieve y en el hielo.
Seis años haciendo tareas, juntando huevos.
Seis años trabajando en la tierra para hacer una huerta, plantando semilla, cuidando la tierra, cosechando y vendiendo frutas y verduras.
entre otras exhaustivas labores.
Aplicación: Mary amaba tanto la Palabra de Dios que trabajó para conseguir una Biblia. ¿Usted que ya recibió a Jesús como Salvador, usted ha dado el valor rela a su Biblia? ¿Usted ha memorizado los versículos? Recuerde que la Palabra de Dios es preciosa y nos guarda de pecar en contra de nuestro Dios. Ella es una lámpara para nuestro camino. Mira lo que dice Salmo 119 y 11: "Guardo en el corazón tus palabras para no pecar contra ti”.
Hoy muchas personas tienen condiciones de comprar una Biblia y en casa probablemente hay más de una de ella, pero, algunos no le dan el valor real como nuestra amiga dio y luchó para conseguir una.
 
Mary nunca dudó de que el Dios toco en su corazón, para dacirle que tener una Biblia satisfaceria ese deseo de la palabra de Dios. Ahora ella tenía el dinero que la señora Evans creía que era necesario para comprar una Biblia en galés al Sr. Thomas Charles. Sus padres y Mary estaban radiantes de felicidad, Mary tenía dieciséis años cuando en aquella mañana gloriosa partió a la Bala, la villa se quedaba a unos 36 kilómetros de distancia donde vivía el Sr. Thomas y sus Biblias en galés.
Antes de partir, la familia se unió en oración agradeciendo a Dios por su bondad y por suplir el dinero para comprar la Biblia. Mary tendría una larga caminata por delante.
A continuación, Mary  se despidió cariñosamente de sus padres. Mary llevaba consigo tres cosas: una merienda para el camino, el dinero que ella arduamente había juntado y un par de zapatos que ella pretendía calzar sólo cuando estuviera cerca de Bala. Como era pobre, Mary hizo el largo viaje de 36 kilómetros a pie, descalza.
Durante el camino, mirando las montañas a su alrededor, Mary recordó las palabras del Salmo 121:
"Ojo a los montes y pregunto:
"¿De dónde vendrá mi socorro?"
Mi socorro viene del Señor Dios,
que hizo el cielo y la tierra.
Y así Mary siguió su viaje. Atravesó valles y arroyos en su camino hacia Bala. Mary estaba cada vez más cansada. Sus pies dolían mucho. Algunas veces, Mary llegó a pensar que no llegaría nunca a Bala. Parecía demasiado para ella. En esos momentos, ella intentaba alentarse a sí misma:
- ¡Vamos, Mary, vamos! ¡No falta mucho ahora! - ella pensaba.
Al anochecer, Mary consiguió ver una ciudad. ¡Era Bala! El corazón de Mary golpeó más fuerte. ¡Finalmente ella había llegado! Más motivada que nunca, Mary continuó de nuevo, bajando la colina. Llegó a Bala cansada, con hambre y con los pies llenos de ampollas. 
Mary pidió información para encontrar la casa de un pastor llamado Thomas Charles. Era él quien tenía Biblias para vender. Después de golpear en varias puertas y pedir ayuda, finalmente Mary encontró la casa del pastor. Ella atravesó el jardín de la casa d y golpeó con fuerza en la puerta delantera. Este era el día que Mary esperaba desde hacía mucho tiempo. Ella había trabajado y ahorrado durante muchos años para tener su propia Biblia
Cuando la puerta se abrió, Mary le dijo al pastor:
- Mi nombre es Mary Jones. Yo vivo en una aldea detrás de las montañas. Yo caminé 36 kilómetros para llegar aquí. He ahorrado durante seis años para comprar una Biblia. El dinero está aquí en esta bolsa. Si usted quiere, puede contar. ¿Usted tiene una Biblia en galés para mí?
Sorprendido, el pastor dijo:
- Mary, por favor, entre y me cuenta todo. Pero primero tienes que comer algo. ¡Además de cansada, usted debe estar hambrienta!
El pastor sonrió y llamó al mayordomo para llevar a Mary a la cocina. Después de haberse alimentado, Mary le contó todo, detalle por detalle al pastor. Fue entonces cuando vino la triste noticia:
- Lo lamento mucho, Mary, pero la única Biblia en galés que tengo está reservada para otra persona. Mary no podía creerlo. Aquellas palabras acabaron con la esperanza que ella sostenía por todos aquellos años. Abalada, Mary se hundió en una silla y empezó a llorar.
- ¿Voy a devolverme a casa sin una Biblia, con las manos vacías?
-Mary lloraba desconsolada.
No hay Biblias en galés sobrando, el señor Thomas dijo mientras Mary continuaba llorando. Déjame darte una Biblia em inglés.
Mary  balanceó la cabeza diciendo: "Señor Thomas, no comprendo cuando Dios habla en inglés. Cuando descubra el significado de unas palabras, ya habré olvido los otras, no conseguiré entender lo que Dios está diciendo ".
Él intentó consolarla, pero María no podía parar de llorar porque el corazón le dolía demasiado. "Es como si alguien hubiera dicho:" María, tienes que crecer en la oscuridad. Usted nunca verá el sol ".
El pastor se conmovió al ver el llanto de Mary. En realidad, él tenía una Biblia en inglés y otra en galés, y la persona que había encargado la Biblia comprendía los dos idiomas. Entonces él dijo:
- No llores Mary, sé que tener una Biblia es el sueño de tu vida. tú has luchado mucho por ello y mereces tener tú propia Biblia. Aquí está, puedes llevarla. Es una Biblia en galés.
Mary dio un salto de alegría. Las lágrimas se secaron y con mucho cariño, abrazó la Biblia
 - Esta Biblia es preciosa!
- ¡Gracias, pastor! Muchas gracias.
El señor. Thomas no quiso recibir el dinero de Mary, pero ella insistió porque quería ayudar a que pudieran imprimir más Biblia en su lengua.
A la mañana siguiente, Mary agarró su Biblia con las dos manos y, desbordándose de felicidad, comenzó el viaje de regreso a su hogar. Sus pies eran leves cuando volvió por el camino de la montaña, con su preciosa Biblia.
En aquella tarde, los padres de Mary aguardaban ansiosamente el regreso de su hija. Al anochecer, ella finalmente llegó a casa.
- ¡Mira, papá! ¡Mira! ¡Es mi Biblia! - decía Mary, con una gran sonrisa.
Después de cenar, todos se sentaron a la luz de la lámpara. Por primera vez, Mary abrió la Biblia en su casa y leyó el Salmo 150:
Aleluya.
Alabanza a Dios en su Templo ...
Alaben al Señor
por las cosas maravillosas que ha hecho.
Todos los seres vivos
¡Alaben al Señor!
Aleluya!
Entonces la familia Jones se arrodilló para agradecer a Dios por el maravilloso tesoro recibido: una Biblia en su propia lengua, la lengua que ellos comprendían mejor.
Pero la historia no termina aquí. Mary Jones se ha convertido en parte de la historia más grande que dura hasta los días de hoy.
En su oficina, de vez en cuando el pastor Thomas Charles le recordaba cómo la joven niña había salido feliz de su casa abrazando la Biblia. El pastor se preguntó que debería haber muchas otras "Mary Jones" queriendo una Biblia en su país
Algunos años después, para mostrar la necesidad y la dificultad de conseguir una Biblia en el País de Gales, el pastor Thomas Charles contó la historia de María en un encuentro de pastores en Londres. Allí, los dirigentes de las iglesias hicieron planes para obtener más Biblias a precios asequibles para la población del País de Gales. Cuando se sugirió la creación de una organización para proporcionar Biblias en el País de Gales, un pastor llamado Hughes exclamó:
- Es claro que una sociedad debe ser formada con esa finalidad. Pero ¿por qué sólo para el País de Gales? ¿Por qué no para toda la Gran Bretaña? ¿Por qué no para el mundo entero?
Y así, en aquel encuentro que reunió a unas 300 personas, se fundó la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Era el 7 de marzo de 1804. El trabajo de esta sociedad llegó a muchos otros países. En 1808, por ejemplo, el primer envío de Nuevo Testamento en portugués fue enviado a Brasil.
En todo el mundo se crearon Sociedades Bíblicas nacionales. En Brasil, la Sociedad Bíblica de Brasil fue oficialmente fundada por las iglesias cristianas el 10 de junio de 1948. Desde entonces, la Sociedad Bíblica de Brasil, cariñosamente llamada SBB, ha servido a las iglesias cristianas y desde hace algunos años ha estado siempre entre las Sociedades Bíblicas nacionales que más distribuyen Biblias y literatura bíblica.
Mary Jones se casó con un tejedor llamado Thomas Lewis. Dios le dio muchos hijos, y sus días estaban llenos de felicidad asi como también con labores, como cosiendo, aprendiendo, enseñando en la Escuela de la Biblia Dominical y sus hijos usaron su querida Biblia.
Ella cumplió la promesa que le hizo al señor Thomas Charles, que ella criaba abejas y vendía la miel para las necesidades de la casa, pero vendía la cera para ayudar a imprimir las Biblias. Cuando los hijos ya eran grandes, ella sirvió como funcionaria en la Sociedad Bíblica.
Mary Jones vivió hasta los 82 años. Cuando murió el 28 de diciembre de 1866, estaba sosteniendo aquella querida Biblia en galés en los brazos.
En aquella época, la Biblia sólo era accesible en cincuenta lenguas. Hoy en día, la Biblia se imprime en más de dos mil lenguas.
El libro del Apocalipsis 5: 9 dice: Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste muerto, y con tu sangre nos compraste para Dios de toda la tribu, y lengua, y pueblo, y nación;
Ellos oyeron el Evangelio en una lengua que podían entender. Qué milagro de la gracia de Dios, además de la imaginación de aquella niña de Gales, hace muchos años ella oró:
"Señor Dios, por favor, déjame aprender para no crecer en la oscuridad".

(Profesor haga la invitación para el niño, enséñale a valorar la Palabra de Dios, ante los desafíos.)
Autora: Elizabeth Rice Handford
Adaptación: Darlene Alencar Oliveira
Fuente de las imágenes: Sociedade Bíblica do Brasil



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